Caminando a mi casa saliendo de la biblioteca de la universidad, al voltear hacia un aula abierta miré a una bola de chavos que estaban jugando ouija y eso me hiso recordar por el resto de mi trayecto regreso a mi casa mis días de secundaria y de preparatoria que eran cuando estaba obsesionado con los símbolos paganos y las practicas espiritistas caseras que muchos abramos practicado o visto cuando pubertos.
Según la Batiwikipedia:
La Ouija (o güija según la grafía recomendada por la RAE) es un tablero dotado de letras y números con el que supuestamente se puede entablar contacto con los difuntos. En los países latinoamericanos también es conocido como el "juego de la copa". No hay distinción alguna entre ambos conceptos, sólo difieren entre sí por el nombre y por el objeto movible que indica las letras, números y respuestas "si" y "no", ya que en el caso del "juego de la copa" se trata precisamente de una copa.
Cuando iba en segundo de secundaria recuerdo que iba a casa de mi amigo Ernesto y hacíamos nuestra propia ouija con trozos de papel o con una tapa de pizza y nos echábamos nuestra sesión espiritista baratera, claro todo esto se termino cuando tuve un dream cast y las sesiones espiritistas cambiaron por retas para sacar la mejor puntuación en crazie taxi. Hablando de aquellas sesiones que teníamos recuerdo que las primeras veces jugábamos con su papá, un músico invidente. Yo aunque había escuchado bastante sobre dicho juego jamás había tenido una referencia sobre lo que se hacia o como funcionaban hasta que vi la película de la ouija y pensé que las cosas se ponían así de chidas con los muebles volando y hablando en latín (podría haber exentado latín solo por jugar ouija). Al final resulto que la chingadera se movía y como no había visto el especial de Ben and Teler de la ouija pues en verdad me lo creí fuertemente.
Con el tiempo se volvió costumbre y jugar la ouija los fines de semana fue muy común de manera que con el tiempo terminamos creando nuestra propia ouija sobre madera añadiendo algunos simbolos que según las indicaciones de personas espiritistas con las que amistaba el papá de Ernesto asi como también añadimos las respuestas mas comunes que nos daban aquellos entes con los que supuestamente nos comunicábamos, de modo que aparte de los típicos SI y NO también decía PENDEJO.
Todo esto solo duró hasta que llego el dream cast y las llamadas sobrenaturales con seres interdimencionales no pudieron competir con crazie taxi, sonic adventure y marvel vs capcom 2.
Realmente no hay nada memorable que decir sobre aquellas sesiones de ouija solo que recuerdo que hablábamos con una chica llamada Diana que cuando querías colgarle te decía cualquier cosa para mantenerte en la plática (aun dándole crédito a esa cosa como si funcionara) y cualquier ruido o movimiento repentino o incluso el puro hecho de que un perro se agarrara ladrando ya lo veíamos como una manifestación sobrenatural. También hubo algunas pesadillas pero es muy común cuando tu mente esta distraída con estas “actividades paranormales”. Recordarlas hoy día me hace sentir ridículo pero también creo que ya es parte del crecimiento y desarrollo de los jóvenes, así es, pienso que parte de la formación juvenil son estos jueguitos que pretenden ser algo sobrenatural y especial,¿ porque al fin que eso son no? Juegos, “el juego de la ouija” y es que forman parte de una transición en la que abandonamos los juegos infantiles solo por ser infantiles, no porque ya nos aburran, y buscamos algo mas “maduro” lo cual en esa edad lo traducimos como algo mas riesgoso y que mas riesgoso que perder tu alma solo por platicar con los muertos.